Ser fotógrafo de bodas te brinda la oportunidad de ver lugares diferentes y conocer personas extraordinarias, en la boda de Celia y David fue así. No solo la pareja lo son, si no sus familias también. Participaron en la decoración de la boda con una entrega y siempre con una sonrisa en la boca, dejaron la finca preciosa y salió la boda perfecta. El toro mecánico dejo momentos muy divertidos. La boda se celebró en Villa Abarca, Casona el Rincón de Hazas.